Me preguntan constantemente qué hacer con las personas que, por muy amigas que sean, demuestran tener celo personal o profesional. O en algunos casos, envidia. Típicamente vemos al celo o la envidia como emociones negativas. ¿Quién quiere pasar por ese sentimiento que deja sin aliento al ver a la pareja coquetear con otra persona, o al colega obtener el codiciado puesto de trabajo? En realidad, estos sentimientos están arraigados muy adentro en la evolución del ser humano y, por lo tanto, son parte de la naturaleza humana. Para entender cómo actuar con estas personas, es necesario entenderse a uno mismo.
Hay una diferencia fundamental entre el celo y la envidia. El celo involucra una rivalidad entre dos personas por algún objeto o persona, ya sea un amor, un ascenso laboral, o amistad con alguna persona, por ejemplo. La persona con celo puede llegar a sentir un tipo de traición, una pérdida, porque un rival puede conseguir algo que la persona que tiene celo puede percibir perder. Por otro lado, la envidia surge cuando una persona tiene codicia de algún objeto, persona o circunstancia que la otra persona tiene, sintiendo una privación tan intensa que hasta parece injusta.
Entender ambos sentimientos requiere primero empatía por la persona que tiene celo o envidia porque en muchos casos, esos sentimientos surgen como instintos naturales que son parte de la humanidad, como ya he recalcado. Por otro lado, la autoestima está en la base de ambas emociones. La autoestima es amenazada cuando la persona teme perder algo y reacciona con celo, o siente que otra persona disfruta de mejores circunstancias, reaccionando con envidia.
Hacerle frente a los celos y la envidia requiere autoconciencia emocional.
- Identifica tus emociones. Esto requiere entender que estas emociones pueden estar arraigadas en tu ser. Reconoce que estas sintiendo celo o envidia. Entiende que el problema no es de la persona a la que le tienes celo o envidia y es problema tuyo, ya que tu propia autoestima está sintiéndose atacada y está generando estas emociones. Superar estas emociones depende de ti.
- Identifica las razones por las que sientes celo o envidia. Estas razones pueda que sean por una amenaza a una relación amorosa, laboral, o de otra índole. Sin embargo, tienes que tener muy en cuenta que estas razones pueda ser percepciones tuyas y no necesariamente ser reales.
- Identifica las acciones que puedes tomar para resolver el celo o la envidia que sientes. Ya sea hablar con tu pareja para que él/ella entienda por qué te sientes de esa manera y pueda decirte si tus emociones tienen fundamento. En el caso de un colega, es necesario entender por qué él/ella lograron el éxito u oportunidad laboral que tu deseas. En ambos casos, puedes manejar el celo o la envidia mejorando tu misma, tu actitud, tu reacción a las cosas que suceden, o mejorando la comunicación.
No es muy placentero tener emociones como el celo o la envidia, sin embargo, estas emociones pueden lograr que tomes pasos para elevarte y ser una mejor versión de ti mismo/a, evitando rencores e impulsándote a tu propio éxito. Todo depende de tu propia conciencia emocional y tu capacidad de transformar los sentimientos negativos y convertirlos en positivos. Cuando una persona cercana a ti demuestra celo o envidia, ten empatía y deséale el bien, con la esperanza de que se dé cuenta que él/ella es dueño de su propia felicidad. El sentimiento contrario al celo o la envidia es la admiración. Cuando admiramos a alguien, apreciamos y nos sentimos inspirados por lo que ellos han logrado. La admiración se basa en la alegría, apreciación y generosidad emocional. Esa es nuestra meta.
En algunos casos es necesario buscar ayuda profesional para identificar y manejar las emociones. La Dra. Monica Oganes tiene casi dos décadas de experiencia profesional en psicología y puede ayudarte a lograr una vida plena y más feliz. Contáctanos en nuestras oficinas de Miami y Orlando.
